EN QUIEBRA EL MODELO PENSIONAL CHILENO

EN QUIEBRA EL MODELO PENSIONAL CHILENO

El propio silencio de los medios neoliberales, confirman la crisis

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Registro noticioso GES/Octavio Quintero
Fuentes varias/Internet
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70.000 chilenos se volcaron a las calles el pasado domingo 16 de octubre, desafiando  el actual sistema privado de pensiones conocido por sus siglas AFP, impuesto en 1981 por la dictadura de Augusto Pinochet.
 
La tradicional prensa colombiana, tan presta a informar sobre este tipo de protestas sociales en Venezuela, no dijo ni mu sobre este acontecimiento popular en Chile.
 
El sistema pensional, que ya es un descrédito en Chile, ha comenzado a hacer agua en Colombia… Y sobre esto tampoco se está informando en la debida forma. De momento, se sabe que hay un silencioso deslizamiento de cotizantes de las AFP a Colpensiones, el sistema estatal que afortunadamente se mantuvo en Colombia, y que no ha podido ser acabado, pese a la competencia desleal de los fondos privados, prohijada por el propio Estado, y a la corrupción que lo invadió, de la cual parece recuperarse.
 
Al llegar los primeros cotizantes en Colombia a reclamar sus mesadas pensionales a las AFP, se van encontrando con la desagradable sorpresa de que sus pensiones no alcanzan siquiera el infeliz salario mínimo: $689.454 al mes.
 
La sorpresa chilena
 
Desde la dictadura de Pinochet, los chilenos están obligados a depositar sus ahorros de jubilación en cuentas individuales manejadas por entes privados. No+AFP, es la consigna. La sigla identifica a la empresa privada que maneja una inmensa masa de capital (igual al 62% del PIB), a través de las entidades conocidas como, Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), y el 60 por ciento de los montos ahorrados está invertido en empresas fuera del país.
 
El estallido pensional en Chile no tiene la misma resonancia que el neoliberalismo le concedió en sus inicios a sus supuestas bondades, en sus tradicionales medios de comunicación.
 
Este dato de última hora es dramático: el 87% de los hombres pensionados por las AFP, el monto de pensión es inferior a $157.000; y en el caso de las mujeres, 94% queda por debajo de este umbral, prácticamente la totalidad.
Fuente/TELESUR/ver
 
Pero además, estos pobres resultados, bajo el esquema profundizado de contratación laboral inestable y pauperizado, se deben consolidar en el tiempo y afectar todavía más a aquellos trabajadores que logren alcanzar una jubilación a lo largo de la próxima década: el 70% de los trabajadores mayores de 55 años acumulan menos de 20 millones de pesos, una cantidad que apenas sirve para generar una pensión de 100.000 pesos mensuales (145 euros). Así que difícilmente puede sostenerse que el sistema garantice un mínimo de suficiencia (fuente: ídem).
 
Volviendo al caso colombiano, no parece exagerado concluir que el modelo de capitalización individual es un fracaso mundial. Por eso, a la hora de proponer reformas pensionales, sería bueno que los defensores del modelo en crisis no ocultaran a los ciudadanos los graves inconvenientes que se están registrando en Chile, el sistema que nos sirvió de modelo, porque, más allá del formidable negocio que la privatización de las pensiones está generando para algunos, la experiencia chilena nos está mostrando el progresivo camino hacia una sociedad de ancianos indigentes.
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Fin de folio.- El neoliberalismo se parece mucho al matrimonio actual: bombos y platillos a la víspera; y sangre, sudor y lágrimas hasta el divorcio.