CONTRASTES MORTALES: OBESIDAD Y DESNUTRICIÓN

CONTRASTES MORTALES: OBESIDAD Y DESNUTRICIÓN

De la vida real/El Satélite

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Chile pasó a ser, a partir del lunes 03 de julio de este año, el primer país de Suramérica que declara la guerra a la obesidad infantil, una “plaga” que asola a los niños alrededor del mundo
 
Desde el día señalado entró en vigor una ley que obliga a las empresas alimentarias a indicar  claramente en los envoltorios de sus productos los niveles de grasas, azúcares o calorías con el fin de disuadir su consumo.
 
La llamada ‘Ley de etiquetado’ ha tardado cinco años en tramitarse, debido a la oposición frontal de las grandes empresas de la industria alimentaria, que la ven como una amenaza para la venta de sus apetecidos dulces y precocinados.
 
No deja de resultar paradójicamente macabro el contraste entre la amenaza de muerte que viene a ser la obesidad en un niño sobrealimentado y la otra amenaza de muerte infantil por desnutrición que también asola a millones de niños alrededor del mundo menos desarrollado, según alerta la FAO.
 
Unos se mueren de desnutrición y otros de sobrepeso. El mundo está loco: el crecimiento económico desigual, las transformaciones sociales y económicas y otros factores, moldean los sistemas alimentarios y las dietas. Como resultado, están aumentando las muertes prematuras por obesidad y/o desnutrición de niños y adolescentes alrededor del mundo.
 
Daños irreversibles
La obesidad infantil está asociada a una amplia gama de graves complicaciones de salud y creciente riesgo de contraer enfermedades prematuras, como cardiopatías, resistencia a la insulina (un signo temprano de diabetes), trastornos osteomusculares (especialmente artrosis), algunos tipos de cáncer (endometrio, mama y colon) y discapacidad, entre muchas otras, que podrían terminar con sus vidas prematuramente.
 
Por su parte la desnutrición infantil puede inhibir el crecimiento normal de los niños, causar daños irreversibles en el desarrollo de su cerebro (retraso mental) y conducir a muchas otras enfermedades graves como la anemia, el bocio, ojos secos y ceguera, raquitismo, abdomen distendido (kwashiorkor) y marasmo (aspecto extremadamente frágil y delgado).
 
Los problemas nutricionales que conllevan obesidad o desnutrición, causados por una dieta inadecuada son diversos, y cuando afectan a toda una generación de niños pueden reducir su capacidad de aprendizaje, comprometiendo así su futuro y perpetuando un ciclo generacional con graves consecuencias para los individuos y las naciones.
 
Datos y cifras
Estadísticas recientes de la FAO revelan que 805 millones de personas en el mundo padecen hambre crónica.
161 millones de niños menores de cinco años tienen retraso del crecimiento.
3,4 millones de personas mueren cada año debido al sobrepeso y la obesidad.
El coste de la malnutrición es de unos 3,5 billones de dólares por año.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el número de lactantes y niños pequeños (de 0 a 5 años) que padecen sobrepeso u obesidad aumentó de 32 millones en 1990 a 42 millones en 2013.
 
En los países en desarrollo, la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil entre los niños en edad preescolar supera el 30%. Si se mantuvieran las tendencias actuales, el número de lactantes y niños pequeños con sobrepeso aumentará a 70 millones para 2025.
 
Si no aparece nada capaz de detener la obesidad por un lado y la desnutrición infantil de otro,  los lactantes y los niños pequeños de hoy, corren el riesgo de mantenerse obesos y/o desnutridos durante sus siguientes etapas de adolescencia y adultos, pues, las enfermedades atrás nombradas son en casi todos los casos, irreversibles.