ALCALDES EN CAMPAÑA

 
Paradójicamente muchos de los actuales alcaldes, ya próximos a finalizar sus mandatos, serán “culpables” de que retornen a sus cargos los exalcaldes que reemplazaron el primero de enero del 2012, en cierta forma, sus enemigos políticos.
Su pobre gestión, en unos casos, las roscas y la corrupción en muchos otros, llevarán al docto vulgo a optar por esa cruda realidad que se manifiesta en el viejo dicho de que es mejor malo conocido que bueno por conocer.
Cada loro en su estaca sabrá la historia de cada municipio del país que en las ya próximas elecciones, los electores se encaminan hacia la reelección de los pasados mandatarios. Al Satélite le consta, por ejemplo, que en esta circunstancia caen los municipios de Sopó, Tocancipá, Gachancipá y Chía, según sus informantes en dichos municipios.
Si los exalcaldes William Venegas, Walfrando Forero, Alfonso López y Jorge Orlando Gaitán tienen en estos momentos la primera opción, se debe, en primer lugar a la pobre gestión de sus reemplazos en el 2012 que no solo, no lograron borrar sus imágenes, sino que las acrecentaron en el día a día de sus gobiernos.
El caso más patético es el de Tocancipá. Al saliente alcalde en el 2012, Walfrando Forero no le faltó sino poner en el despacho el letrero “ya vuelvo”.
Algo parecido viene ocurriendo en Gachancipá. Al exalcalde Alfonso López, le favorece el autismo en que se ha desenvuelto su sucesor Nicolás Gómez, ahora enmudecido frente al increíble e inaceptable hecho de que un gamonal parezca el determinador del desalojo de cinco familias que se llevará la variante BTS, todo porque la ruta más lógica en línea recta no parta el terreno de su propiedad.
En este sentido, es “otra pata que le nace al cojo”, hablando en términos figurados del avanzado estado inmoral en que han caído las elecciones locales convertidas, no en una fiesta democrática sino en una feria de votos al mejor estilo de esos culebreros que al final de su discurso le preguntan al arremolinado público, quién da más…