JORGE ORLANDO SALAZAR SANTANDER

(jorgeorlandosalazar@yahoo.es)

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La  que se evidencio cuando  el presidente de la república  en   una sesión del Foro Económico  Mundial de las Américas, en su alocución  afirmo que de no aprobarse el plebiscito  sobre el acuerdo de paz  con la guerrilla,  el país  volverá a la guerra , asegurando que tiene  amplia y suficiente  información  que las FARC-EP., estarían preparadas  para regresar a una guerra urbana  que es mucho más demoledora  que la guerra rural.

Con este pronunciamiento, fuera de desafiar  como máximo jefe a sus  Fuerzas Armadas por no tomar medidas preparatorias  para combatirlas,  también se puede  calificar como una amenaza contra  su pueblo que lo eligió, considerando que no es más que  una desesperada  estrategia para acallarlo  y lograr  la aprobación  del plebiscito, del cual  no está de acuerdo  de semejante acción criminal,  de  permitir su entrega  a la guerrilla  como lo admite su representante legal, después de haber permanecido por más de seis décadas bajo su poder convirtiéndola  en  carne de cañón.

La  premeditada  alocución  presidencial, está considerada como  una  intimidación, en primera instancia  contra los honorables miembros de la Corte Constitucional que deben  aprobar el proyecto de ley a favor del plebiscito; y  la segunda  contra un pueblo que ha podido sobrevivir  a tantas masacres, barbaries , secuestros y atentados terroristas , derramando  sangre en todo el territorio nacional.

Con este anuncio  en un futuro no muy lejano, Colombia  entra en una grave  crisis la economía  nacional, ya que  en este foro universal sobre América Latina,  se encontraban presentes los principales  personajes de la economía, lo cual  genera  la  no inversión  de países extranjeros  en  Colombia , por la  presunta guerra  devastadora  pronosticada por el primer mandatario de la nación.

Hay que tener muy en cuenta que cuando la intimidación amenaza  tener como consecuencia, como es el caso   analizado, el peligro físico , es imperativo   acudir a las  autoridades legítimamente constituidas  para que se administre justicia, por tratarse  de un acto delincuencial  por hacer  lo que el amenazante quiere  que se haga , si hay silencio  le permite al intimimador  volverse cada vez  más violento .-

Ante este funesto mensaje, el pueblo reaccionando patrióticamente, no puede acobardarse por  este ,   de cumplir  la voluntad  del amenazante, ya  que esta baja calidad humana  puede traer  consecuencias  graves que conllevan  a una  “ explosión Social “, pues el  intimidador solo  busca  cumplir sus deseos  allanando la voluntad del intimidado .-

El presidente de la Republica como subalterno de la Constitución,  con esta  amenaza no puede  infundir miedo, ejerciendo una fuerte presión sobre la sociedad civil que él representa , esta debe tener libertad  para participar en debates sobre políticas públicas, sin temor a sufrir represalias del gobierno, enfrentándola  al accionar criminal de la guerrilla .-

Para concluir, sin duda alguna, la intimidación es un tema con una entidad y relevancia en el ámbito social que recientemente está suscitando gran interés  al poner en riesgo  a la Sociedad Civil.