SOACHA SE REVIENTA Y NOS REVIENTA

Soacha es el nudo gordiano a desatar actualmente entre Bogotá y su conexión con la esplendorosa región del suroccidente que se abre del Muña en adelante, hacia Fusagasugá, una vez se llega a la doble calzada que lleva a Girardot (e intermedias).

Es impresionante e insoportable el trancón a diario y a toda hora que tienen que enfrentar los millones de usuarios de este viacrucis que arranca desde que se desemboca a la autopista sur hasta que se llega, con suerte y paciencia, al Muña, un recorrido de no más de 10 km en dos horas o  más, y eso lo dice todo.

Se esperaba que con Transmilenio, la movilidad mejorara; algo se logró, pero sigue siendo una vía muy apretada y propensa al infierno vehicular cuando, como es frecuente, se presenta algún ligero accidente.

El asunto es que no se le ve salida por ningún lado, ni predisposición oficial a planificar el crecimiento de un municipio estratégico como Soacha, ya colapsado y recibiendo más lastre como, por ejemplo, tenerle ya licenciada una expansión urbana de cerca de 200.000 viviendas más para una nueva población estimada en un millón de personas: “¿Le caben a Soacha 200.000 viviendas más?”, es la pregunta del millón que se hace El Tiempo en la siguiente información, a la que puede acceder en este enlace que le facilita

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