Pensamos distinto

Mientras el ex presidente Uribe, según reciente encuesta de Gallup, sigue registrando una envidiable aceptación de la opinión pública en Bogotá –y supuestamente en todo el país-, en el exterior, el ex mandatario colombiano sigue, por contraposición, acumulando rechazos que debieran preocuparnos a todos, no porque nos hayamos vuelto uribistas, sino porque seguimos siendo colombianos, a pesar de Uribe.

Así como unos cuantos capos del ’80 (Pablo Escobar, el mayor), terminaron por hundir nuestra siempre maltrecha imagen internacional, al punto de estigmatizarnos los organismos internacionales de seguridad con una visa especial, también Uribe se nos ha convertido en anatema de una Colombia que acumula anti-récords en todo lo más indeseable de las sociedades civilizadas, entre otros, el macabro atropello a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario.

El ex presidente, quien tiende a mantenerse blindado en Colombia en el campo político, y quizás en el estatal, si es que decidiera luchar por la alcaldía de Bogotá, le haría mucho bien al país si declinara sus aspiraciones, y piadosamente escondiera esos “huesitos y esas carnitas”, en algún  “lugar adecuado”, como dijo la hija del ex presidente Turbay (Diana) cuando mandó a la mierda hace más de 30 años, al eterno columnista de El Tiempo, Daniel Samper Pizano

Ya que admiró tanto a su homólogo y contemporáneo, George W. Bush, debiera, al igual que él, dar un paso al costado y dejar que Santos le siga empollando los “huevitos” que, a fe, lo anda haciendo muy bien.

No merecemos los colombianos de bien seguir soportando la vergüenza de haber sido gobernados por un Presidente cuyos escándalos crecen, “como crecen las sombras cuando el sol declina”.

La última protesta de Metz-Francia, le arrojó la puerta a la cara. Allí, el pasado jueves 7 de abril, durante varias horas, frente a la entrada del centro educativo, los protestantes, encabezados por la ex presidenta de la exterminada UP (Unión Patriótica) de Colombia, Aida Avella, echaron discursos y exhibieron un film titulado “Impunity”, documentando las razones por las cuales el ex presidente Uribe debe ser rechazado como docente del claustro.

El plantón congregó a importantes dirigentes sociales y políticos, entre ellos a la eurodiputada francesa del Frente de Izquierda, Marie-Christine Vergiat; Jacques Maréchal, del Frente de Izquierda de Metz; Paúl-Émile Dupret, del comité de Derechos humanos "Daniel Gillard" de Bélgica y,  René Zille, del Sindicato de profesores del ENIM.

Si yo fuera José Obdulio ("¡Y el día esté lejano!") le diría a Uribe “quieto en primera” y le contaría el anecdótico episodio del gorrioncillo que no hallando más dónde esconderse del gavilán, se metió debajo de una vaca en el mismo instante en que la vaca cagaba. El gorrioncillo sacó la cabeza para poder respirar y el gavilán se lo trago. Moraleja: 1) No todo el que se caga en uno es por hacerle el mal; 2) No todo el que lo saca a uno de la mierda, es por hacerle el bien y, 3) Lo mejor cuando está bien cagado es quedarse quietecito.