PARANGONES ELECTORALES

10.12.2017 17:15

Editorial RED-GES/El Satélite

Octavio Quintero/Director

 

De Alemania a Colombia las

demandas sociales son las mismas

 

Las necesidades y demandas sociales en este mundo globalizado y dominado en Occidente por el neoliberalismo, son las mismas en todos los países ricos o pobres; industrializados, en desarrollo o marginados.
 
Un buen ejemplo del aserto viene a ser en los actuales momentos Colombia y Alemania, dos países, cultural y económicamente tan distintos, cuyas demandas del partido Socialdemócrata alemán (algo así como el Polo, Verde y Progresistas en Colombia), para formar nuevo gobierno con el  Socialcristiano de la  Canciller Ángela Merkel, pueden suscribirse al calco en Colombia, con puntos y comas:
 
1. La mejora del mercado de trabajo y la sanidad;
2. La equiparación de derechos de hombres y mujeres;
3. La modernización de la educación;
4. El fortalecimiento de las pensiones y,
5. El aumento de las inversiones públicas.
 
Con respecto a Europa, algo así como si desde Colombia se trazaran unas demandas sociales a nivel latinoamericano, los socialdemócratas le proponen a Merkel impulsar un salario mínimo común, luchar conjuntamente contra la evasión fiscal, el desempleo juvenil y la pobreza infantil.
 
Estos puntos constituyen el sumun del decálogo aprobado en el último Congreso Nacional de la socialdemocracia  alemana, algo así como su mandato constitucional, y allá sí son serios: la actual Canciller, acepta estos puntos, o no hay coalición.
 
Formar gobierno en un régimen parlamentario como el que impera en Alemania, es como un periodo de crisis ministerial en Colombia, con la diferencia de que aquí funciona la que llamamos ‘mermelada’ para lograr las coaliciones; y allá funciona lo que democráticamente se llama Poder Popular, porque si los partidos no se ponen de acuerdo, entonces la salida es acudir a elecciones generales.
 
Muy probablemente la Canciller más fuerte que ha tenido Alemania en todos los tiempos, equiparable en su momento a su homóloga Margaret Thatcher en Inglaterra, terminará cediendo a las demandas de los socialdemócratas porque, si optara por nuevas elecciones, podría quedarse sin el pan y sin el queso, pues, políticamente lo que mostraron las elecciones generales del pasado  24 de septiembre, es que la fuerza de la poderosa Merkel, está llegando al fin del fin.
 
Y se hace la comparación con Colombia porque, también este país en vísperas electorales, de Congreso en tres meses y de Presidente en cuatro, le vendría bien que sus candidatos presidenciales buscaran las coaliciones no por conveniencias personalistas sino por conveniencias sociales, y el catálogo de los socialdemócratas de Alemania (centroizquierda), a sus contrincantes socialcristianos (centroderecha de Merkel), puede ser un buen espejo.
 
Coinciden sus demandas a Merkel con lo que muestran todas las encuestas de opinión en Colombia sobre los problemas y preocupaciones más sentidas de la población: desempleo, salud, educación, derecho a la igualdad, salario y pensiones dignas, junto a las rémoras propias de la corrupción y el orden público.
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Fin de folio.- Como son los tiempos así las cosas: las necesidades y demandas de la gente, más que las ideologías, marcan hoy la pauta política de los partidos en el mundo entero. Por eso, el Populismo, vuelve a ser una propuesta electoral de mayorías.
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