Muchas gracias Sub-20

21.08.2011 05:56

 

Ha caído el telón del Mundial Sub-20 hecho en Colombia y, con él, un karma que nos presentaba ante el mundo como un país de auténticos bárbaros: la nube de policías que rodeaban en las esquinas de las canchas de futbol al cobrador del ‘corner’.

Si algo está realmente  internacionalizado, globalizado y socializado en el mundo, entre todas las cosas inventadas por el hombre, ese es el fútbol. Por eso, cuando en las pantallas de la TV se mostraban –‘aquí y en Cafarnaúm’- los tiros de esquina, lo que más debía llamar la atención de los televidentes, era esa nube de policías antimotines, vestidos como astronautas, que acordonaban el pequeño semicírculo demarcado como “tiro de esquina”, para que los espectadores no lapidaran, literalmente hablando, al ejecutor. ¡Daba vergüenza a ajena!

Al cierre del Sub-20 se notó en las transmisiones (y se percibirá en las subsiguientes crónicas), el realce de la imagen de Colombia como país organizador. Y está bien, aunque el arribismo mediático a JMS lo entronice como el hacedor de todo lo bueno que ocurra, dejando AUV como único responsable de todo lo malo que, a la vista, es mucho más de lo poco bueno que nos alumbra como país, entre esto, este mundial de marras. Hace apenas un año, la gema de ese pedestal mediático era precisamente el hoy demonizado AUV. “Cómo nos cambia la vida”… nos dice el tango.

Pero, retomando el punto de partida, y para concluir, si este Sub-20 nos sirve para maquillarnos un poco la cara de país violento que a toda hora y en todo llevamos, tan violento que llegábamos hasta premeditar el asesinato de un futbolista –en vivo y en directo- tan sólo por el simple hecho de cobrar un tiro de esquina, ¡valga Dios el milagro!

Todos lo demás, asuntos tan terrenales como las roscas en la dirección del futbol colombiano; la organización de los equipos profesionales; la limpieza económica, técnica y moral que invade ese submundo deportivo, todo eso y más, dejémoslo a  esos doctos, empezando por los comentaristas deportivos, que sabrán responder los muchos interrogantes que alrededor de cada uno de estos capítulos se abren.

Con tal de que, como dicen también, la ropa sucia la lavemos en casa, con eso tengo bastante…

 

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