LA SUNTUOSIDAD DE ESTRATOS 2 Y 3

25.10.2014 05:17
Fusagasugá figura entre los cinco municipios de Cundinamarca con el más alto índice de construcción urbana (6.500 M2/año), en donde el primero es Soacha (12.500 M2), el tercero Chía (4.500 M2), el cuarto Girardot (3.700 M2) y el quinto Zipaquirá con 3.500 metros cuadrados por año.
Ya Soacha colapsó, como todos saben y sufren… También Chía por la acelerada construcción que registró años atrás. Fusa lleva el mismo camino, por  una razón: su infraestructura urbana no avanza al mismo ritmo que la construcción. En la misma infraestructura de hace 10 años que soportaba el peso de 100.000 habitantes se asienta hoy una población que se acerca a los 200.000.
No es para sacar pecho ver como se levantan modernas torres en las goteras de la población en donde antes se veían pastos, vacas y árboles. En esos predios, hace poco rurales, se erigen lujosos apartamentos y se desarrollan suntuosas quintas de estratos 2 y 3, lo que en Bogotá sería 6…
Ese es el otro problema… La infraestructura municipal se soporta principalmente en los ingresos locales de los municipios como el impuesto catastral. Pero hay municipios que hace más de 10 años no actualizan sus prediales y por eso es que terminan casas y apartamentos de 500 millones de pesos en adelante, pagando 80.000 pesos anuales de impuestos.
Y el problema no es tanto de la administración municipal como del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC). Hay una ley (1450/11) que dispone la actualización catastral de los municipios cada cinco años. La obligación es de los municipios pero el desarrollo es del IGAG… Son gajes de la descentralización-centralizada que impera en este extraño mundo de Macondo.
Invasión descontrolada
Súmmum de esto es la invasión de empresas urbanísticas a los pueblos vecinos de Bogotá. Ya colapsaron Chía, Soacha y van por Fusagasugá. Hay que hacer algo, aquí y ahora. Hacer que la nueva construcción se corresponda con un desarrollo urbano integral que se logra mejorando los ingresos municipales por rentas propias dirigidas luego a la inversión pública, acorde con el crecimiento poblacional.

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