DEMOCRACIA A LA COLOMBIANA

16.05.2017 18:17

Por: RED-GES

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Funcionarios de la Presidencia de Colombia violaron el derecho a la libertad de expresión e impidieron que Juan Manuel Santos se enterara de las múltiples violaciones a los derechos humanos y cientos de víctimas que está dejando Hidrohituango, según denuncia formulada por el movimiento “Ríos Vivos”.
 
No resulta difícil imaginarse el escándalo que hubieran hecho los poderosos medios de comunicación, si tal evento hubiese ocurrido en Venezuela.
 
Pues, exactamente, esto fue lo que sucedió el lunes, 15 de mayo, durante la visita del presidente Santos a la vereda Orejón, municipio de Briceño, en el departamento de Antioquia, en desarrollo de una inspección ocular al lugar en donde se dice que había más minas “quiebrapatas” que habitantes.
 
En las redes sociales circula el rústico video grabado en el celular de algún campesino en donde se ve a guardaespaldas (no identificados) del Presidente, decomisándole una pancarta a un grupo de personas que querían denunciar, por medio de ese simple acto pacífico, los problemas que afrontan, derivados de la represa Hidrohituango.
 
El hombre del Presidente se mete entre la gente y se oye decir:
 
… No, ahorita se lo muestran. Bienvenida, deje eso bien así pero…
 
Siguen murmullos y lamento de niños y al parecer alguien le pregunta por qué no pueden exhibir el letrero, a lo que responde:
 
- Porque están prohibidas las pancartas.
 
- Pero si es la libre expresión, alcanza a balbucear una señora, y el “erudito” funcionario le consuela diciéndole: Dejémolo ahorita pa’l saludo, pero a lo último. Colabórenme con eso. Miren que ustedes se estaban portando bien. O sea que el evento es de ustedes y no le hagan ese mal…
 
- Por eso –le interrumpe la señora. No lo podemos decir con palabras porque no nos van a dar la oportunidad. Nosotros es para que lo vea…
 
- No, no señor, le responde tajantemente el funcionario.
 
- Estamos jodidos en este país, dice finalmente un señor.
 
- Si quiere yo se lo guardo, dice el funcionario, y se oye el ruido como arrebatándoles el cartel y luego la señora concluyendo:
 
- ¿O sea que no lo quitó?
 
- Hombe, ni en el propio terreno de uno puede mostrar cosas de estas, estando en espacios públicos, dice finalmente uno de los frustrados pobladores.

 

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