DEL DICHO AL HECHO...

13.10.2017 16:12

 

Ni tan blindado el Acuerdo de Paz
--
 
Los avezados juristas seguramente esperarán la promulgación de la sentencia de la Corte Constitucional (CC) sobre el llamado blindaje al Acuerdo de Paz para emitir un concepto sólido al respecto.
 
Los titulares de los principales medios de comunicación que dicen, p.ej.: “Corte Constitucional blinda acuerdo con las Farc”, no son tan exactos, si se basa uno en las mismas declaraciones que la respectiva noticia recoge del presidente de la CC, Luis Guillermo Guerrero:
 
(…)
“El Acuerdo no tiene en sí mismo un valor normativo, sino que requiere su incorporación a la Constitución a través de reformas constitucionales, leyes aprobadas por el Gobierno y los decretos”…
 
¿Qué alcance tiene esa declaración del magistrado?
 
Bueno, en opinión de un no jurista, pero con sentido común, que el acuerdo Santos-Farc, en sí mismo, solo tiene un alcance político, y que su alcance jurídico depende del desarrollo que le imprima el gobierno en los próximos 12 años (tres periodos constitucionales, como reza el Acuerdo), más lo que pueda hacer Santos en estos últimos días de su mandato.
 
Y ahí es donde el asunto pasa de castaño a oscuro.
 
Ya sabemos que en Colombia son muchas más las cosas de orden constitucional y legal que no se cumplen; p.ej.: hasta ahora se está tramitando ante el Congreso el ‘Estatuto de la Oposición’, y ni siquiera se insinúa en su desarrollo el Estatuto del Trabajo, ambos mandatos contemplados hace 26 años en la constitución del 91.
 
En resumen: si la constitución del 91 se hubiera desarrollado en estos 26 años conforme a lo prescrito en su expedición, Colombia sería un Estado tipo Suiza… Pero, como lo que se ha hecho es desmontar y avasallar lo social, en muchos pasajes de su vida se parece más a una ‘república bananera’ o ‘Estado fallido’, que se dice ahora.
 
Tómese alguien el tiempo necesario para explorar las sentencias de las altas cortes –entre ellas de la misma CC—que no se cumplen, p.ej.: toda la jurisprudencia sobre el derecho a la salud o al trabajo… ¿y qué ha pasado?, nada.
 
Nada pasará tampoco en el próximo Gobierno,  si no se cumple o desarrolla conforme a sus postulados el Acuerdo Santos-Farc que, por lo visto, sigue siendo una impropiedad llamarlo ‘Acuerdo de Paz’, ahora ni siquiera con las Farc, porque sus disidencias, más vigorosas que los artríticos comandantes que suscribieron el Acuerdo, siguen en las mismas.
 
Probablemente, un eventual gobierno de corte uribista no va a poder “hacer trizas” el acuerdo Santos-Farc; e, inclusive, otro gobierno no uribista, dejarlo como un saludo a la bandera,  como tantos otros textos constitucionales y legales que adornan el espíritu nacional, tan lleno de normas y tan falto de autoridad.
--
 
Fin de folio.- “Los acuerdos se hacen para cumplirlos”, le dice Santos a Lara. Y nosotros seguimos creyendo que “el cura predica pero no practica”: ¿no les parece?
 
 
 

 

—————

Volver