CLAVIJO: PERSONA NO GRATA A LOS PENSIONADOS

01.10.2017 10:08

El neoliberalismo tiene su sicariato social

--

Referencia: Reforma pensional
--
 
Por: Octavio Quintero
--
 
Ominosa afrenta social es la que propone como reforma pensional este Sergio Clavijo, presidente de Anif. Cada vez que habla sobre pensiones, y habla a cada nada, la emprende contra la tercera edad.
 
En las últimas horas, dentro del debate que se va calentando sobre una inminente reforma pensional, propone puntualmente:
 
1.- Que se eleve a 67 años la edad requerida de jubilación, tanto en hombre como mujeres;
2.- Que se reduzca la tasa de reemplazo, con el fin de que nadie pueda pensionarse con más del 45 o 50% de lo que ganaba como trabajador activo;
3.- Que se reduzca al 75% la pensión de sobrevivencia, es decir, la que hereda el cónyuge o pareja que sobrevive al titular cuando fallece.
4.- Que se acabe paulatinamente Colpensiones a partir del 2019, esto es, que a partir de ese año todos los nuevos trabajadores que logren alcanzar una pensión tengan que afiliarse a un fondo privado;
5.- Que se pueda pensionar a la gente con menos de un salario mínimo;
6.- Y que, ¡Óigase la bomba!, se introduzca la figura de ‘hipoteca reversible’ que le permita al fondo echarle mano a la casa del pensionado de bajos recursos como complemento al pago de aportes insuficientes.
 
¿Cuál es el argumento principal de Clavijo para proponer tan descomedida reforma pensional contra los pobres viejos?...
 
Que el país tiene una bomba social generada por los “altos subsidios” a las pensiones reconocidas por el Régimen de Prima Media (RPM), es decir, las que otorga Colpensiones. Y se llena la boca, a renglón seguido, diciendo que “el problema más grave es que los subsidios son inequitativos, pues les quita a los pobres para darles a los ricos”.
 
Lo grave no está en la propuesta: cualquiera puede proponer hasta lo más inaudito. Lo grave de su propuesta es que se base sobre una argumentación calculadamente mentirosa, y es ahí en donde el inminente daño social demanda de la sociedad civil  una airada réplica a este dirigente gremial que se aúpa en su condición de técnico, aparentemente neutral, para falsear argumentos en beneficio de los empresarios y, por ende, en contra de la población laboral, activa y en retiro.
 
Puntual, y obviamente con sentido social, que es lo que no tiene Clavijo, se puede controvertir sus propuestas:
 
1.- Elevar más la edad, indicaría una intención deliberada del Estado de lograr que menos trabajadores se puedan pensionar.
2.- Reducir la tasa de reemplazo sería un ‘raponazo’ al horro del trabajador activo que cotizó sobre 100, para que no le retornen sino entre el 45 y 50%.
3.- Reducir la pensión de sobrevivencia, ya de por sí reducida en gracia del punto anterior, es meterle otro mordisco post mortem  al pensionado.
4.- Acabar Colpensiones es dejar en manos exclusivas de los dos o tres poderosos capitalistas el gran capital acumulado del ahorro pensional para su propia pecunia.
5.- Pensionar a un pobre viejo por debajo de un salario mínimo, es condenarlo a morir de hambre junto a la familia que por muchos años más sigue dependiendo de él.
6.- No tiene ni siquiera presentación que la casa, único patrimonio que tal vez pudo obtener un viejo a lo largo de su vida laboral, pase a manos de un fondo de pensiones cuando se muera dizque en compensación por la pensión que le ‘dieron’ durante los años de sobrevivencia.
 
La falacia más perversa que le llena la boca a Clavijo es cuando dice que los subsidios son inequitativos, pues, “les quita a los pobres para darles a los ricos”, y agrega: La pensión no es para hacerse millonario”.
 
Vean ustedes el siguiente cuadro:
 
Noten que la suma de los puntos porcentuales de la última columna nos indica que el 94,2 por ciento de la población jubilada a cargo de Colpensiones, se le reconoce entre 1 y 5 salarios mínimos mensuales, este último rango –entre 4 y 5 salarios mínimos-- que equivale a un ingreso de $2’873.000 (dos millones 873.000 pesos, en cifras redondas).
 
¿Cree alguien que  en un país, cuya canasta básica de subsistencia familiar tiene un costo de $1’300.000 (Un millón 300.000 pesos), puede alguien hacerse millonario con una pensión siquiera de 5 salarios mínimos?
 
La treta está en cobijar a todos los pensionados con la afirmación de que el subsidio es “inequitativo” por lo que hay que “eliminarlo” debido a que “la pensión no es para hacerse millonario”.
 
Un estudio del CID (Centro de Investigaciones de la Universidad Nacional), revela que, los que están en la parte más alta de la pirámide pensional no pasan de 2.000 personas (el 0,1% de 2 millones) que ganan en promedio 25 salarios mínimos. Y no es difícil focalizarlos: El Presidente, los ministros, los altos ejecutivos de la administración pública; los miembros del Congreso junto con algunos excelsos asesores del legislativo; los magistrados de las altas cortes y sus excelsos asesores jurídicos y uno que otro vivo que logra pelechar en el arte de la corrupción que campea en Colombia.
 
Entonces, el señor Clavijo oculta –adrede-- que: (1) Más de la mitad de los pensionados está en el rango del salario mínimo; (2) de ahí para arriba, hasta el 94,2% de pensionados no llega a 3 millones mensuales y, (3) que solo una ínfima minoría cabe dentro de su afirmación de inequidad y enriquecimiento pensional. Pero en vez de decir que es sobre esta ínfima minoría sobre la que debe acentuarse la reforma pensional, el astuto vocero a sueldo de la oligarquía nacional, propone seguirle dando golpes bajos a los de abajo para que los de arriba puedan seguir gozando de la inequidad y de su enriquecimiento sin causa justa, como es lo que está pasando con los billonarios recursos de los fondos privados a cuyos accionistas se les autorizó usarlos como si fueron plata de su propio bolsillo.
--
 
Fin de folio.- Bueno, ya que sabemos que en la Corte Suprema de Justicia se acomodaban  y dilataban los fallos, ¿será que lo mismo pasa en el Consejo de Estado?, porque hace 5 años tiene en el congelador un fallo de tutela contra el Festival Vallenato, del que se apoderó la familia del actual contralor general, Edgardo Maya.

 

—————

Volver